jueves, 29 de octubre de 2009

'Fray Spray' marca el Camino

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l A silueta de un spray escondido en una bolsa bajo el brazo de un hombre de edad avanzada resultó sospechosa para uno de los alguaciles de Huarte. Esperó unos prudenciales minutos y se dirigió hacia la señal, una placa colocada por el Ayuntamiento que indica el camino hacia el albergue municipal. Allí, donde el Camino de Santiago se bifurca con el de Arre, encontró al misterioso desconocido, fumigando con pintura la señalización que dirige hacia Huarte. No era la primera vez. De hecho, los trazos morados y amarillos venían ensuciando este cruce desde que, hace cuatro años, el Consistorio instalase la señal. El pintor clandestino, spray en mano, se encontraba indocumentado, por lo que el alguacil tuvo que trasladarlo para su identificación... al albergue de la Trinidad de Arre, a escasos metros de allí. El misterioso saboteador, uno de los frailes que regenta el centro, argumentó en su defensa: "Nos roban los peregrinos".

"Llevamos años comprobando cómo nos borran la señalización y eso incide en el número de peregrinos que accede al albergue", confirman los trabajadores de Huarte. Primero la pintura, que borra las flechas que apuntan hacia el local municipal. Después, los carteles hechos a mano, que misteriosamente desaparecían apenas 24 horas después de haber sido colocados. El pasado 22 de septiembre se desveló el misterio. "Llegaron a realizar pintadas con spray en las que señalaba no camino (en referencia a Huarte)".

El concejal de Cultura del Consistorio, Andoni Muñoz, confirmó las quejas de los trabajadores y los efectos del boicot informativo. "Los responsables del local nos transmitieron que habían notado que, en determinados momentos, aparecían poquísimos peregrinos, algo sorprendente teniendo en cuenta las instalaciones con las que cuentan". Por eso, desde el propio Ayuntamiento se había puesto en alerta a los alguaciles. Este año, alrededor de 2.200 caminantes han pasado por este alojamiento. Una cifra similar a la del año pasado, pero que no se acerca a los 4.700 que se hospedaron en la Trinidad de Arre. Y eso que ambas posadas tienen el precio fijado para el Camino, 6 euros, y apenas hay dos kilómetros de distancia entre ambos.

Después de no poder negar la evidencia, llegaron las disculpas. "El tema está solucionado", asegura un hermano Marista, encargado de la gestión del albergue de Arre, quien alega que sus señales también han sufrido desperfectos, un extremo negado por los trabajadores de Huarte. Lo cierto es que, días después del incidente, un responsable de la Cofradía, propietaria de la Trinidad, se dirigió al alcalde de Huarte, Javier Basterra (NaBai) para pedir excusas. Aunque los frailes mantienen su disconformidad con el trazado, ya que sostienen que el Camino original es el que desemboca en Huarte. "Genera mucha confusión y hay peregrinos que se pierden". Y puede que sigan haciéndolo, ya que los borrones en las señales todavía permanecen, a pesar de que el Ayuntamiento no pondrá denuncia.

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