- Los lugareños creen que el cura, de 35 años, no está bien de la cabeza.
- Ha celebrado un entierro y un bautizo conjuntamente y ha echado a un bebé porque lloraba.
Los vecinos no entienden el porqué de la actitud de este párroco, un joven de unos 35 años de edad. "Para mí que no está bien, que debería ir a un médico" pues las cosas que hace "son de chiquillo". "Se ríe en tu cara, no puedes hablar con él", indicó Vicente Zahonero, quien ha renunciado a su cargo de tesorero en la Cofradía del Cristo por culpa del sacerdote.
En Siete Aguas tienen una larga lista de actos del cura con los que están descontentos y afirman que los "problemas" vienen de lejos. Desde que está al frente de la parroquia, la cofradía "del Corazón de Jesús se ha deshecho, la Virgen de Agosto no funciona, la Sociedad Musical no funciona y en la Cofradía del Cristo no hemos podido funcionar".
Asociaciones deshechas
"De cinco asociaciones que hay, ninguna funciona. Se puede ver quién es el bueno y quién el malo", comentó al respecto el presidente de la Cofradía del Cristo, José María Zanón.
Afirman que el cura "ha llegado a tirar a gente" del templo y de negarse a introducir sillas de plástico en la Iglesia para que se siente la gente. En este sentido, Zanón explicó que en la fiesta grande y con el templo lleno a rebosar, una mujer decidió meter sillas de plástico para que se sentara la gente mayor, y el cura con "gran soberbia" mandó las sillas "a la calle". Sin embargo, en otra festividad organizada "por sus amigos", el párroco sí dejó entrar sillas, según comentó Zahonero.
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